sábado, 17 de agosto de 2013

Ensalada de higos

El verano está a punto de acabar, y lo mejor para cenar son ensaladas fresquitas o bien sopas frías.

De hecho una de las cosas que más me gusta de esta época del año son los higos. De hecho una de las cosas que más me gustan es ir a cogerlos directamente del árbol al final de la tarde. Comerlos recién cogidos del árbol es una sensación estupenda, personalmente es como me parece que están mejor.

El higo es un fruto obtenido de la higuera (Ficus carica). Desde el punto de vista botánico el higo no es un fruto sino una infrutescencia (o sea un conjunto de frutos). Existen más de 750 especies de higos diferentes entre las que hay comestibles y no comestibles.

Esta fruta podría provenir de Asia Occidental, aunque posteriormente se distribuyó por todo el Mediterráneo. Se sabe que el ser humano ya lo conocía y recolectaba antes del año 9000 a. C.

Todo esto viene a que el pasado fin de semana me traje algunos higos que recogí del pueblo, llevamos toda la semana comiéndonoslos y los últimos los he aprovechado para hacer una sabrosa ensalada.


 Ingredientes: 

- Lechugas variadas
- Algunas hojas de espinacas
- Una lata de maíz dulce
- Cebolla o cebolleta (al gusto)
- Un par de palitos de surimi
- Queso azul
- Queso curado
- Higos
- Aceite, vinagre y sal

Preparación:

Esta ensalada no tiene ningún misterio, lavamos las hojas de lechuga y las espinacas, las trocearemos al gusto si no vienen ya así.

Cortamos la cebolla (o cebolleta) en juliana, a ser posible muy fina. En una ensaladera vamos incorporando los ingredientes.

Cortamos los quesos en pequeños daditos y el surimi en rodajitas.

Finalmente pelamos los higos y los cortamos a rodajas con muchísimo cuidado. Los incorporamos a la ensalada con mucho mimo.

Aliñamos y si es posible la dejamos en el frigorífico un rato antes de servir para que se conserve fresca.


Una ensalada ideal para esos días de calor que nos apetece algo fresco y dulce.

Buenas tardes y buen provecho.

lunes, 15 de julio de 2013

Coulant de chocolate

Hace ya mucho tiempo que empecé a hacer coulant. Al principio conseguía que quedaran adecuadamente pero después ya no conseguía que se salieran bien. Después de probar muchas recetas diferentes y formas de hacerlo finalmente encontré la receta para ello en un programa del Canal Cocina un fin de semana en casa de mi madre.

Es perfecto para hacer una tarde y tenerlos congelados para cuando nos apetezca.

Esta receta viene de aquel programa. Se puede hacer con diferentes tipos de chocolates, aunque yo he usado últimamente chocolate con leche, y en el caso de los que voy a hacer hoy el interior está hecho de chocolate con leche y avellanas.

Trufa interior:

Como molde podemos usar una cubitera o un molde para bombones, en mi caso use una cubitera. Quedan perfectos una vez congelados.

Necesitaremos:

- 150g Chocolate (del que más nos guste)
- 125g Nata Liquida
- 50g Leche
- 25g Mantequilla

Hervimos la leche, la nata y la mantequilla, hasta que esta última se disuelva completamente. entonces añadimos el chocolate picado, removemos sin que llegue a hervir. Lo vertemos en el molde elegido. Lo introducimos en el congelador.

Es recomendable hacer las trufas interiores si es posible a primera hora de la tarde o el día de antes para que estén convenientemente congelados.



Bizcocho exterior:

Para los coulant propiamente dichos me gusta usar como moldes flaneras, me resultan más cómodos que los moldes de silicona y si los untamos bien con mantequilla, o spray antiadherente van muy bien.

Necesitaremos:

- 150g Chocolate (el que nos guste, si es posible diferente al de la trufa para hacer contraste.
- 2 Huevos
- 120g Harina
- 50g Mantequilla
- 80g Azúcar
- Una pizca de sal
- las trufas que hicimos antes.

Para empezar ponemos en un cazo el chocolate y la mantequilla, calentamos hasta que se derritan. En ningún momento dejamos que hierva. Apartamos.



En un bol grande separamos las claras de las yemas. Montamos las claras, podemos añadir una pizca de sal para que monten antes.



Mezclamos las yemas con el azúcar en un bol más pequeño.

En el bol grande donde tenemos las claras montadas añadimos las yemas y mezclamos con mucho cuidado y mucha suavidad. Siempre en movimientos circulares de dentro hacia fuera.

Cuando ya estén integrados, añadimos el chocolate a la mezcla, y seguimos removiendo con muchísimo cuidado para evitar que se desmonten las claras.


Preparamos los moldes que vamos a usar. Yo hoy voy a hacer un experimento, porque estoy descongelando la nevera, y voy a intentar hacer un "SUPER COULANT", no sé lo que saldrá del experimento. Usare una flanera grande para hacer esto y dos pequeñas para dos coulant individuales.

  

Los untamos con mantequilla o bien (como es mi caso) usamos spray antiadherente. Los rellenamos una tercera parte del molde e introducimos unas de las trufas.


Recubrimos e introducimos en el congelador.
 

Las siguientes son fotos de mi "experimento".




Son perfectos para tenerlos en el congelador y sacarlos para cualquier cena o para un momento de "ansia chocolatera".

Se hornean durante 20-25 minutos a 180ºC. Una vez hechos los sacamos del horno y los dejamos enfriar 1-2 minutos antes de desmoldar.

Podemos acompañarlo de helado, una reducción de frutos rojos, etc...





Buenas tardes y buen provecho.

jueves, 11 de julio de 2013

Fideos de arroz con gambas y crema de coco

Hoy vamos con una receta que surgió como un intento de comida china y en la que acabe mezclando recetas, pero resulto que nos gusto mucho y desde entonces lo hacemos habitualmente.

Ingredientes:

  • Fideos de Arroz
  • 200ml de crema de coco
  • Un buen puñado de gambas
  • 2-3 cucharadas de salsa de soja
  • El zumo de medio limón
  • Una cebolla pequeña
Preparación:

Lo primero de todo pelamos las gambas, procurando dejar la cola sin quitar. Guardamos unas pocas cabezas en un bol que salaremos un poco.

Cortamos la cebolla en trozos grandes. En un bol mezclamos la crema de coco, la salsa de soja y el zumo de limón.

En una sartén ponemos un poco de aceite, añadimos las cabezas de gambas y dejamos que frían un par de minutos, de forma que el aceite tome el sabor de las gambas.

Pasados un par de minutos, sacamos las cabezas y echamos la cebolla a la sartén y la dejamos pochar. Ponemos un cazo con agua a calentar para que empiece a hervir.



Cuando la cebolla este tierna añadimos las gambas y las dejamos freír 1-2 minutos, pero no mucho tiempo para que no se  pongan muy resecas, solo que tomen un poco de color. Posteriormente le añadimos la mezcla de la crema de coco.


Mientras se reduce la mezcla ponemos a cocer los fideos.
  

Una vez cocidos, escurrimos y apartamos. Cuando la mezclada haya reducido un poco le añadimos los fideos, le damos un par de vueltas para se impregnen y servimos.


Et Voilà:



Espero que os guste.

Buenos días y buen provecho.

miércoles, 3 de julio de 2013

A las ricas patatas

Hoy la cosa va a ser un poco diferente. Desde hace tiempo voy pidiendo en muchos sitio patatas bravas, y la verdad me cuesta encontrar unas que esten bien hechas y ademas este buenas.

El colmo se lo llevo el otro día en la fería, que me pusieron una patatas fritas congeladas (las odio) y una extraña salsa rosa (ketchup+mayonesa) como patatas bravas, con lo que decidi que aprenderia a hacerlas.

Despues de un rato de googleo y tras leer la wikipedia. Descubri como hacerlas.


Ingredientes:

- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tomates naturales (o una lata de tomate triturado)
- 1 o 1/2 cayena (al gusto)
- 1 cucharada de pimenton picante/dulce
- 1 cucharadita de colorante
- 1 cucharadita de azucar.
- 1 chorreon de vinagre
- Aceite
- Sal

Elaboración:

En una sarten ponemos aceite y pochamos a fuego muy lento la cebolla y el ajo. Cuando la cebolla ya este tierna, incorporamos la cayena, el colorante y el pimenton.

Removemos y dejamos que se integre ligeramente. Añadimos el tomate triturado, sazonamos y si os gusta añadimos un poco de azucar (en mi caso no lo hice).

Dejamos que fria unos 10min, añadimos el chorreon de vinagre, le damos unas vueltas, lo pasamos al vaso de la batidora y lo batimos.

No os preocupeis si el aspecto durante la preparación no os parece el adecuado, lo adquiere al pasarlo por la batidora.

Servimos sobre unas buenas patatas fritas recien hechas y cortadas a trozos.

Buenos días y Buen provecho.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Albondigas con tomate

Llevo mucho tiempo queriendo volver al blog, pero por una serie de razones que no vienen al caso no he podido. Por otra parte, y según mi compañero de blog debo tener "astenia primaveral" por que ando bastante deprimido, pero es que la situación de todo lo que me rodea actualmente la verdad es que no me da para animarme mucho, así que voy a intentar animarme retomando el blog.

Pero sin más vueltas me voy a meter en faena.

Para el menú de hoy tenemos una sabrosa de receta de albondigas con tomate. De pequeño recuerdo ver a mi abuela haciendo la albondigas cuando ibamos el fin de semana de visita, y el otro día viendo a ver cual iba a ser el almuerzo me acorde de ellas y me puse a ello.

Ingredientes:
  • 500gr de carne picada
  • 1 ajo 
  • perejil (mejor si es fresco)
  • pan rallado
  • 1 huevo
  • sal
  • pimienta
  • vinagre
  • 1 lata de tomate triturado
  • 1/4 de cebolla
  • 1/8 de pimiento verde
Preparación

En una fuente grande ponemos la carne, espolvoreamos con un puñado de sal y algo de pimienta. Añadimos un huevo, el ajo, perejil triturado, y un puñado de pan rallado; mezlamos todo hasta que se integre bien, si vemos que no se queda lo bastante consistente añadimos un poco de pan más, pero poco a poco.

Una vez que tenemos la masa de carne preparada nos mojamos las manos en vinagre y una cuchara sopera. Con la cuchara vamos tomando "cucharadas" de carne y con las manos formamos bolitas.

Una vez que tenemos todas las bolitas, ponemos a fuego fuerte una sarte con bastante aceite y las freimos, las vamos apartando en un plato con papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.

Picamos la cebolla muy pequeña, el pimiento en rodajitas muy finas. Mientras en una cacerola o una sarten baja, ponemos una pizca de aceite a calentar. Añadimos el tomate, la cebolla y el pimiento. Lo dejamos freir un buen rato, probamos a ver el punto de sal y vamos corrigiendo según sea necesario.

Cuando veamos que el tomate ya esta frito añadimos las albondigas, si es necesario por que el tomate haya espesado mucho añadimos un poco de agua, y dejamos freir un poco más. Probamos la sal y corregimos en caso de ser necesario. Apartamos y servimos.

Esta receta es perfecta para acompañar unos espaguettis, tambien se puede acompañar con un huevo frito o patatas fritas.

Buenas tardes y buen provecho.

martes, 21 de agosto de 2012

Una cena romántica

Hace un par de semanas plantee una cena romántica, no he podido meterme en escribir esta entrada por muchas cosas que han ocurrido entre medias. Así que vamos a meternos en faena para plantear una cenita a la luz de las velas.

Entrante: Ensalada de Aguacate, mango y frambuesas.

Ingredientes:

- Ensalada Gourmet del mercadona
- 1 Aguacate
- 1 Mango
- Un puñado de frambuesas
- 1 Cebolla
- 1 Diente de ajo
- Vinagre de frambuesas
- Aceite, pimienta blanca y sal


Lo primero de todo preparaos la vinagreta para que se macere mientras preparamos la ensalada y el plato principal.

En un cuenco ponemos el vinagre de frambuesas, aceite, sal, pimienta blanca, el ajo muy picado y lo mezclamos. Después le agregamos las frambuesas; la reservamos en el frigorífico hasta el momento de servir la ensalada.

Cortamos la cebolla en juliana, el mango y el aguacate en cúbitos, lo mezclamos con la ensalada y lo reservamos en el frigorífico para que este frió en el momento de servir.



Plato principal: Cuscus con cordero

Ingredientes:

- Cuscus
- Carne de cordero (yo tuve elegir chuletas)
- 2 o 3 tomates maduros
- 1 o 2 cebollas
- 1 Diente de ajo
- Albahaca
- Piñones
- Pasas
- Guindilla molida
- Ras el Hanout
- Aceite y sal

Para empezar cortamos la cebolla en cuadraditos y la ponemos a pochar en una sartén grande con un par de cucharadas de aceite; mientras ponemos a calentar un cazo con agua para que se vaya calentando.  Una vez que este el agua hirviendo introducimos los tomates durante unos segundos para poder pelar los tomates facilmente.


Una vez que tenemos pelados los tomates, los cortamos y vamos añadiendo a la cebolla; cortamos el ajo, la carne, guindilla molida y un poco de ras el hanout para darle sabor, cubrimos con agua y dejamos que la vaya reduciendo hasta que la carne este tierna; si es necesario vamos añadiendo más agua tibia.

Mientras podemos entretenernos escuchando música, es lo que yo hago.

Una vez que la carne este lista preparamos el cuscus, según lo que indique el fabricante en el paquete. Cuando tengamos el cuscus listo, cogemos una sartén y ponemos a calentar una sartén con un poco de aceite, cuando este caliente añadimos las pasas y los piñones. Una vez que los piñones estén ligeramente dorados le añadimos el cuscus y le damos un par de vueltas para que se mezclen los sabores.


Emplatamos y llevamos a la mesa, lo vamos a acompañar con un poco de vino rosado. En este caso vamos a probar el rosado de MoroSanto, un vino muy afrutado de la serranía de Ronda.




Que no se os olviden las velas ni las copas, y si puede ser con un bonito cielo estrellado de verano siempre será mucho más romántico.

Y recordad, olvidaos un poco de la crisis y disfrutad de las pequeñas cosas, que la vida es corta.

Buenas tardes y buen provecho.

jueves, 2 de agosto de 2012

El calvados.



 En la entrada del French 75 hablábamos sobre el calvados, así que debido al aluvión de peticiones y preguntas sobre el mismo, hoy vamos a tratar sobre  este delicioso  licor.

 
            El calvados es un licor francés  elaborado con manzana,  en realidad es brandi de sidra. Supongo que todos estamos acostumbrados a ese licor de manzana al que te “invitan” después del postre en algunos restaurantes, que huele (y posiblemente sabe) como esos ambientadores de inodoro que usan en las gasolineras,  pues bien, el calvados NO es como eso,  deja un leve  y delicado sabor a manzana ácida en la boca, no a excipiente e-2015 sabor manzana. Tiene cuerpo, bouquet que se dice  fisnamente,  ya que pasa al menos un par de años envejeciendo en barrica de roble, puede que  no llegue a ser como los grandes wiskis o coñacs pero no es ni de lejos el típico orujo abrasapapilas.

Podría parecer que con este sabor a manzana el calvados debería ser algo fresquito y veraniego, pues no, personalmente pienso que la mejor forma de arruinar un calvados, como un buen wiski, es con hielo, el calvados debería beberse solo y a temperatura ambiente y muy ocasionalmente como ingrediente  en algún coctel. A mi el calvados siempre me ha parecido muy invernal, es para paladearlo observando  el fuego en la chimenea después de una buena cena,  porque el calvados no es un aperitivo (para eso se usa el Pommeau, como se verá más tarde), es ideal para tomar después de comer, ya en siglo XVI, Julien le Paulmier, medico real glosaba sus valores digestivos.

Historia:

El calvados toma su nombre de la región normanda de Calvados, que a su vez parece tomar el suyo de un buque de la Armada, a la que incompresiblemente se sigue llamando Invencible,  que encalló  por  aquellos andurriales: el “San Salvador”,  de “Salvador” paso a “Calvador” y de ahí  a “Calvados”, suena raro pero hay metamorfosis de este nombre aun más extrañas, como de “Salvador” a “Lucas” (con s liquida, claro). Uno  no puede por menos que pensar que los vecinos de la zona  tuvieron suerte de que el “Rata Encoronada” acabara encallando en Irlanda… los españoles no podíamos ponerles nombre a los barcos como los ingleses: “Indefatigable”, “Victorious”, “Invincible”... no,  el “Rata Encoronada”, así nos lució el pelo.

Un barco de la Armada a punto de naufragar, aunque  en realidad ya había naufragado entre resmas de papeleo mucho antes de partir. Se supone que llevaba a las antecesoras de manzanas con las que se hace el calvados, además de balas del calibre equivocado,  burócratas, patatas,  perros blancos y gatos sin cola, no es extraño que naufragaran, cargando con tanta cosa inútil.

 Pero aun no hemos acabado con la Armada, según la tradición (de las guías de viaje, presumo), la  receta de la sidra  o al menos las manzanas a partir de la cuales se hace este licor,  fueron introducidas en Francia desde el Norte de España por los supervivientes de los naufragios de la Armada. Una bonita leyenda, pero en el Canal conocían la sidra desde hacia un poco antes, que se sepa, desde la época de Cesar. En  Normandía era la bebida más popular ya en el siglo XII y ya en 1533, Gilles de Gouberville  dejó por escrito en Cotentin como destilar la sidra para hacer brandi; el mismo año de la Armada, un normando, Julien le Paulmier, incluía 82 variedades de manzanas para sidra en su tratado De Vino et Pomaceo.  Todo eso, sin mencionar que el San Salvador era de Guipúzcoa y hay formas más fáciles de pasar una receta de Guipúzcoa a Francia que hundir un galeón en la costa del Canal, por ejemplo, estirando la mano sobre la frontera. Así que parece que no es más que otra leyenda mas sobre productos locales introducidos por náufragos de la Armada, como los West Highland Terriers blancos de Escocia, los pollos de las Orcadas, los gatos de la isla de Man o la patata de Irlanda.

El licor de sidra, aunque especialmente floreciente en el Canal, era también popular en toda Francia, como el de pera con el que tiene mucha relación. Aprovechando que las guerras de Religión y la Pequeña Edad del Hielo habían golpeado duramente a los viñedos franceses, estos licores "de huerto" estaban ganando terreno hasta que apareció el santo patrón de todos los economistas españoles: Jean Colbert, ministro de Luis XIV, que decidió  que la mejor forma de facilitar la producción nacional era proteccionismo,  los nuevos aranceles  a las importaciones no hicieron ninguna gracia a ingleses y holandeses, que  decidieron pagarle con la misma moneda gravando el producto estrella francés en sus mercados,  por lo que en vez de reactivarlas, Colbert logró  hundir las  jugosas exportaciones  francesas de vinos y licores. Como diría Yod… Hayek,  el intervencionismo sólo genera intervencionismo, así que para salvar del naufragio a la antes floreciente industria vitivinícola francesa, en especial el brandi de Cognac,  a Colbert no se le ocurrió mejor idea que prohibir la producción de brandis  que no fueran de uva en el resto de Francia, sólo se salvó la costa del Canal, no sabemos si porque allí eran demasiado  populares o porque los nobles andaban algo molestos con otra idea suya que había llevado a la practica en la zona de Normandía (la que si deberían de seguir los economistas españoles):  eliminar atávicas aduanas y aranceles internos heredados de la edad Media. Así que esta es la razón por la que hoy el calvados se hace mayoritariamente en Normandía (también se hace un poco en Bretaña y Maine) y por la que hay un coñac que se llama Colbert, lo que no sabemos es por qué  no hay también un oporto que se llame Colbert, porque sus medidas casi arruinan el mercado francés pero hicieron ricos a los bodegueros portugueses  que ocuparon el vacío dejado por las exportaciones francesas en Inglaterra y Holanda... y es que eso de la globalización,  no es cosa de ahora.

Para cuando la Revolución abolió la ley, los derivados de la uva habían ganado la carrera. La sidra y el calvados continuaron creciendo, pero como un producto meramente local; algunos llegaban a la cercana París pero las mayores exportaciones  de este licor fuera de la región se realizaron durante la Primera Guerra Mundial, cuando se requisaba  para la fabricación de explosivos.  Este mismo motivo iba a traer un gran cambio al calvados en la próxima guerra mundial,  también se requisó para fabricar explosivos, pero no para lanzárselos a los alemanes, sino para ser lazados por ellos, esto no les hacia mucha gracias a los franceses que urdieron un plan para para fastidiar el esfuerzo bélico del huno invasor:  por acuerdos con la administración local de la Francia ocupada, los alemanes excluían a  ciertos licores de calidad como el coñac o el armañac, porque estaban oficialmente reconocidos como denominación de origen ( y suponemos que porque el alto mando alemán pensó que estos selectos licores ayudarían más al Reich que duraría 1000 años en sus boca que en las de los cañones), así que en 1942 los franceses decidieron crear una denominación de origen para el calvados y evitar que acabará embotellado en  casquillos de 9mm parabellum, la primera fue la de Pays d’Auge pero más tarde aparecieron 10 más para otras zonas de Normandía  que finalmente se combinaron en una en 1984, conocida como  AOC.  Esto hubiera sido demasiado sencillo para la administración francesa, así que la AOC también acabó  subdividiéndose, ahora conviven la AOC normal, la AOC Pays d’Auge, más orientada a la calidad y la AOC Dromfrontais, para una variante de calvados que tiene un 30% de pera. Protegido y vigilado con una denominación de origen, el calvados no sólo  ha empezado a conocerse fuera de Normandía, sino de Francia. Recientemente también se ha reconocido al  primo bretón  del calvados, el lambig, con una denominación de origen, la AOR.

Fabricación:

Para fabricar un litro de calvados se necesitan unos 27 kilos de manzanas (o 20 litros de sidra). El calvados no se hace con una  sola variedad de manzanas, cada productor usa su particular y compleja proporción dependiendo en sus propiedades, como la acidez, concentración de tanino, azúcar, etc.  que le darán un sabor propio.
Después de recolectar y prensar las manzanas, se deja que  el resultado empiece la fermentación y que se convierta en una sidra que tenga la suficiente cantidad de alcohol como para destilarse (sobre un 4,5 %). La sidra se destila una primera vez, obteniéndose las “petites eaux”  (aguas menores, sic) o “brouillis” con una concentración del 28%, las “petites eaux” se destilan una segunda vez  para llegar a una concentración del 72%  (aunque a veces el  AOC Dromfrontais sólo se destila una vez, dejándolo madurar más tiempo), finalmente, este liquido totalmente transparente se pasa para envejecer a barricas de roble, de las que adquiere su  típico color dorado/ambarino y que les permiten tomar cuerpo, de hecho, una vez embotellado, el calvados deja de envejecer por lo que es mejor no atesorarlo, sino bebérselo  rápidamente y pasar a la siguiente botella.

Tipos:

Como ya hemos visto, la primera división  es  según la denominación  de origen. El pata negra suele ser el de Pays D’Auge, el AOC es el normalito y el Domfrontais, que es el que tiene un 30% de pera, más frutal y concentrado pero con menos matices.

La segunda es por edad (es decir, calidad). Hay muchas formas de dar la edad, directamente, (por ejemplo, "20 ans d'âge) que indica el calvados más joven que se ha usado ya que es habitual mezclarlo con calvados más viejo para mejorar el joven, por el año de embotellado, que además indica que esta vez no se ha mezclado con otro  o por último,  según la siguiente tabla:

“Fine”, “***” o similar
Mínimo de dos años en barrica de roble

"Vieux" o "Réserve"

Mínimo de tres años en barrica de roble.  El Domfrontais tiene que ser mínimo de esta edad.

"V.O.", "Vieille Réserve" o "VSOP"

Mínimo de  cuatro años en barrica de roble

"Extra", "XO", "Napoléon" u "Hors d'Age"

Mínimo de ocho años en barrica de roble, las edades suelen ser 8, 12, 15, 20 o  25. Hay otra opción, "Age Inconnu", pero es poco probable que se encuentre de forma comercial



Un último detalle, si en la etiqueta aparece “non reduit” indica que sólo se ha eliminado alcohol debido a la evaporación natural, que lógicamente indica que tiene mucho más alcohol.

En resumen, que a lo que hay que apuntar, si se puede, es a un AOC  Pays d’Auge X.O.

Marcas:
            No es difícil encontrar calvados en España en zonas especializadas de grandes superficies (exacto…), aunque se limita a las marcas más famosas. Aquí van algunas, sin ningún orden en particular:


·         Père Magloire, quizás el más habitual.
·         Boulard
·         Roger Groult
·         Coquerel
·         Adrien Camut

            No decimos que sean las mejores, ni que no lo sean, sino que se pueden adquirir por aquí.

  
La sonrisa del Monsieur Magloire no es tan enigmática como  la de la  Monalisa… sólo hay que descorchar la botella para descubrir su secreto. Lo que sigue siendo un misterio es como ha atravesado un paraguas con la cabeza...

Pommeau:
El pommeau es un aperitivo dulce elaborado a partir del calvados, 2/3 de “mosto” de manzana  (sidra sin fermentar) por una de calvados, también  puede usarse como licor de postre.

Lambig:
            El lambig  es el calvados bretón (bueno, un bretón diría que el calvados es el lambig normando). No es tan conocido,  sólo recientemente ha conseguido su denominación de origen y  pasar de  la producción local a la industrial mediante pequeñas destilerías “de autor”.  Desgraciadamente, jamás lo he encontrado fuera de Bretaña. Uhmm… palets bretons y lambig:  el desayuno de los campeones.


¡…. y no olviden supervitaminarse y supermineralizarse !.